EL ABUSO CONTRA LA TERCERA EDAD
Se ha observado que entre las personas de edad avanzada
que suelen ser más vulnerables a los malos tratos sobresalen las personas que
tienen cierto grado de dependencia y pérdida de autonomía. Generalmente, los
malos tratos suelen ser perpetrados por miembros de la familia, primordial mente, el encargado de cuidar a la persona. Desafortunadamente, estos
malos tratos se suelen ocultar, por lo tanto, no son fáciles de detectar y no
se denuncian.
Ninguna forma de maltrato es excusable. Cada acto de
maltrato tanto físico como emocional, es una clara trasgresión a los derechos
de un ser humano en estado de indefensa, que nadie debe permitir.
Las personas de edad están
particularmente expuestas a la violencia económica debido a su debilidad física
y a su poca capacidad para protegerse contra la violencia.
La violencia intrafamiliar ha sido un tema que en los últimos años ha ido presentándose cada vez más. No obstante, la situación se ha centrado mayormente en la violencia hacia la mujer y hacia los niños. Pero la violencia y el maltrato hacia las personas de mayor edad es una situación real que día a día experimentan muchas personas de la edad dorada, sin que se hable mucho sobre el asunto.
Con frecuencia, las personas de la tercera edad son marginados en su hogar por su propia familia. Entre el trabajo, los quehaceres del diario vivir, el cuido del hogar, los niños, etcétera, el abuelo o la abuela, queda relegado a un último plano.
La violencia intrafamiliar ha sido un tema que en los últimos años ha ido presentándose cada vez más. No obstante, la situación se ha centrado mayormente en la violencia hacia la mujer y hacia los niños. Pero la violencia y el maltrato hacia las personas de mayor edad es una situación real que día a día experimentan muchas personas de la edad dorada, sin que se hable mucho sobre el asunto.
Con frecuencia, las personas de la tercera edad son marginados en su hogar por su propia familia. Entre el trabajo, los quehaceres del diario vivir, el cuido del hogar, los niños, etcétera, el abuelo o la abuela, queda relegado a un último plano.
Por: Oneyda Cayetano Subervi
Presidenta, Fundacion Oneyda Cayetano
SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA.
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