Uno de los fenómenos de mayor repercusión en los ámbitos
jurídicos y sociales es en la actualidad el de la violencia doméstica.
Violencia que generalmente se proyecta, además, sobre las capas sociales más
indefensas, más vulnerables a los abusos, a los malos tratos, con frecuencia de
personas cercanas y próximas a su entorno familiar. Criminalización y
victimización que tienen una especial tipología, un específico desarrollo y que
atentan, generalmente, contra la tutela de derechos y libertades esenciales para
instituciones y relaciones básicas en la convivencia y en la solidaridad
ciudadanas
Cierto es que la población mundial se está haciendo mayor a
un ritmo notoriamente acelerado, y que la esperanza de vida ha aumentado y, por
contra, ha descendido la tasa de mortalidad, pero no lo es menos que las causas
de envejecimiento no son idénticas en todos los países, siendo mucho más
sólidas en los desarrollados, lo que genera, al mismo tiempo, en ellos una
situación especial que hay que afrontar de manera global a fin de elaborar
respuestas satisfactorias para un colectivo especialmente marcado que
constituye uno de los grupos más numerosos de marginados sociales.
esta situación obliga a replantearse políticas y
estrategias de actuación, que van más allá de las meras mantenedoras de la
calidad de vida de dichas personas y que pasan por medidas sociales,
económicas, jurídicas y de protección. Que han de superar también la tutela de
los derechos genéricos de todos los ciudadanos para incrementarlos con el
reconocimiento de loa derechos de las personas mayores.
MALOS TRATOS A PERSONAS
MAYORES: OTRA FORMA DE VIOLENCIA
Revista
Electrónica de Ciencia Penal y Criminología
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David Morillas Fernández
Becario de investigación en Criminología y Derecho Penal Universidad de Granada
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