lunes, 11 de junio de 2012


·        El maltrato a las personas de la tercera edad puede manifestarse de muchas formas.
Según el National Center on Elder Abuse, un centro nacional contra el abuso de personas de la tercera edad, en 2003 entre uno y dos millones de estadounidenses de 65 años o mayores fueron lastimados, explotados o de alguna manera maltratados por alguien de quien dependían para sus cuidados o su protección. Si sospecha que una persona mayor que conoce ha sido víctima de maltrato, usted tiene el poder de ayudar. Además, si está encargado de cuidar de una persona y le preocupa que usted mismo pudiera asumir una actitud de abusador, puede obtener ayuda. Pasar por alto el problema contribuye a una estadística aun más desalentadora: solo se informa uno de cada cinco casos.
Lamentablemente, los parientes—incluidos los hijos adultos y cónyuges—son los que maltratan con mayor frecuencia a las personas de la tercera edad. Los parientes cometen el abuso en el 90 por ciento de los casos, según la Administración de Asuntos sobre la Vejez de EE. UU. El maltrato puede también ocurrir en hogares para ancianos en las manos de cuidadores que no son miembros de la familia.
Las consecuencias del maltrato a las personas de la tercera edad son abrumadoras. Para una persona de la tercera edad, puede significar la pérdida de la independencia, su vivienda, los ahorros de toda su vida, su salud, su dignidad y su seguridad. “Definitivamente contribuye a la inestabilidad de las comunidades,” dice Aravanis, quien ha trabajado en el campo del envejecimiento durante 25 años. “Creo que las consecuencias son que las personas en situaciones de maltrato mueren más pronto.”

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